Los campos en los que crecen los viñedos de la denominación de origen Méntrida se extienden aproximadamente por el territorio de la comarca de Torrijos, desde los pies de la Sierra de Gredos hasta la ciudad de Toledo. La mayoría de las vides son de tinta garnacha.
A lo largo del año la zona atraviesa grandes contrastes en el clima: los inviernos son largos y fríos, mientras que el calor es intenso en verano. Las lluvias son escasas. Reúne, por lo tanto, las condiciones idóneas para el cultivo de la vid, de ahí el sello de calidad de sus vinos.